lunes, 23 de enero de 2017

Entre tanta mierda


El cobarde la deja ir, y el valiente corre tras ella.

El imbécil se olvida de ti, y otro espera respuesta.

El traidor te pide otra oportunidad, esa que al leal no le quieres dar.

El que te hace más sufrir, es el que te termina por enamorar.



Y es que, entre tanta mierda no encuentras diamante,

simplemente una piedra brillante,

por una luz que en verdad no existe,

solo la que acabas de imaginarte.



Y no es que tú no sepas escoger,

sino que necesitas volver a caer,

pero por muchas veces que caigas no aprendes,

siempre lo añades a tus tareas pendientes.



Pero deben cambiar los que hacen daño,

y no dejan subir ni un peldaño,

te cogen la mano para después soltarte,

de eso se trata su mejor arte.



Y cuando menos lo esperas ya estas encerrada,

sumisa a sus pies, encandilada,

deseando su tacto,

deseando matarlo, pero a besos,

esos,

que te tienen conquistada,

los que solo son pura fachada.










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